computadora tenga como opción en la
BIOS
arrancar desde la
lectora de CD/DVD. Una vez configurada la misma metemos el disco de
instalación, arrancamos el sistema y esperamos la carga. Lo primero que
veremos al ejecutarse el cd es la pantalla en la que tendremos que
seleccionar el idioma que queremos usar para el instalador:
A continuación...
seleccionamos que deseamos, si hemos
bajado el Live CD tenemos la oportunidad de probar Ubuntu sin modificar
NADA en nuestra computadora, cargará todo el sistema (funcional), pero
tengamos en cuenta que será mas lento porque lee desde el cd y carga en
la memoria RAM lo cual ralentiza el tiempo de respuesta.
Como vamos a instalar en la computadora, elegimos
“Instalar Ubuntu”. Segundos después de la carga y lectura se inicia el
Instalador:
Seleccionamos el idioma a usar y presionamos el boton
Adelante
Toca el momento de elegir nuestra ciudad y zona
horaria, luego Adelante
Dependiendo del tipo de teclado disponible en nuestra computadora
seleccionamos el que corresponda y, probamos (si así lo deseamos) en el
campo disponible para ello:
El momento crucial: preparar el espacio en el disco.
Aquí optamos si el instalador preparará y usará el disco en forma
automática o manual. En el caso de tener una partición donde previamente
hayamos instalado Windows podemos usar la forma manual o, si queremos (y
sabemos lo que ocurrirá) dejar que haga todo por nosotros. Lo ideal es
hacerlo en forma manual por tener mas control sobre la operación. En
este ejemplo seguiremos esta última vía:
Se presenta el gestor con el creador de particiones,
seleccionamos el disco a utilizar, en este caso como es uno solo y
todavía no está formateado lo seleccionamos y le damos al botón New
partition table, si ya está formateado con anteriores particiones
directamente podremos editarlas o borrarlas con los correspondientes
botones (edit y delete respectivamente).
Creamos una nueva
partición:
Seleccionamos el tipo de partición, en este caso
primaria (podemos alojar hasta 4 en un mismo disco si mal no recuerdo e
infinitas particiones lógicas), el tamaño de la misma, el sistema de
archivos que será ext3 y
el punto de montaje /, lo cual indica que será el
directorio raíz
o root.
Creamos la
swap
(archivo de intercambio) usando el mismo método anterior. Finalmente nos
queda la estructura del disco lista para instalar:
Ahora procedemos a rellenar con nuestro nombre y
apellido, el nombre que usaremos para iniciar sesión en el sistema, la
contraseña de la cuenta y el nombre de nuestro equipo.
Concluídos estos pasos con darle al boton
Instalar se inicia el formateo, copia de archivos, descarga de
paquetes de internet (si es que tenemos conexión) y configuración del
sistema:
Si apretamos antes en el botón Avanzado… nos
encontramos con la posibilidad de elegir no instalar el cargador de
arranque Grub y el disco donde será alojado. Allí mismo podemos marcar
la casilla que habilita la encuesta de paquetes usados:
Ahora es el momento de relajarse, levantarse, caminar
o salir a tomar un poco de sol para no parecer fantasmas de tanto estar
sentados frente a la computadora. En unos minutos tendremos listos el
sistema en nuestro rígido:
Una vez completada la configuración, debemos apretar
el único boton disponible, el cual inica la secuencia de reinicio del
sistema:
Como bien dice, retiramos el cd, cerramos la bandeja
y apretamos Enter
Una vez reiniciada nuestra computadora estaremos en
la ventana de acceso:
Con colocar nuestro nombre y contraseña ya podremos
empezar a hacer uso de las aplicaciones, navegar o cualquier tarea que
estemos acostumbrados a hacer.
Como pueden apreciar, la instalación de Ubuntu no
supone una gran proeza ni un desafío inalcanzable, el punto más critico
a mi parecer es la elección y formateo de nuestro rígido ya que
presupone una posibilidad de pérdida de nuestra información si es que
nos equivocamos y exige un poco de conocimiento y familiaridad con el
gestor de particiones. Por ello es indispensable antes de “meter mano” a
nuestra computadora, realizar un buen respaldo de nuestros datos si es
que no queremos amargarnos la jornada.